Ashley Judd, Salma Hayek y Annabella Sciorra, tres de las víctimas de los abusos de Harvey Weinstein, presentaron un video sobre igualdad y previamente declararon «Los cambios que estamos presenciando están siendo impulsados por el poderoso sonido de voces nuevas, de voces diferentes, de nuestras voces. Uniéndose en un poderoso coro que finalmente dice que se acabó el tiempo». Y continuó «Y esperamos asegurarnos de que los próximos 90 años potencien estas posibilidades ilimitadas de igualdad, diversidad, inclusión e interseccionalidad. Eso es lo que este año nos ha prometido».
Por otro lado, tenemos una industria del cine en contra del actual presidente de EE.UU., Donald Trump, quien quiere deportar del país a los llamados dreamers, los 800.000 inmigrantes sin papeles que llegaron a EE UU siendo menores.
“Somos dreamers. Nos criamos soñando con que algún día trabajaríamos en las películas. Los sueños son el fundamento de América”, sostuvo Lupita Nyong’o, la ganadora del Oscar a mejor actriz de reparto en el 2014 por «12 años de Esclavitud» de origen mexicana keniata, y Kumail Nanjiani, pakistaní criado en Iowa, nominado a mejor guion original por «The Big Sick». Poco después, el actor y escritor mexicano Eugenio Derbez, al presentar la canción Remember Me de la película Coco, centrada en el Día de Muertos dijo: “En el más allá no hay muros”.
Se demoraron 90 años para redimirse con aquellos que fueron olvidados o discriminados: las mujeres, los negros, los latinos, los gays, las lesbianas y los transexuales. Todos tuvieron un espacio para expresarse y ser reconocidos por su labor.
Daniela Vega, protagonista de la película chilena Una mujer fantástica, ganadora a mejor película extranjera, dijo que “una vez que las puertas se abren es difícil cerrarlas”.
Pero finalmente uno de los momentos mas increíbles fue cuando Frances McDormand, ganador a mejor actriz, en su discurso de agradecimiento pidió a «todas las nominadas» que se levantaran, lamentablemente pudimos ver las pocas mujeres que se pusieron de pie, dando cuenta que la inequidad no solo en las nominaciones sino de la falta de oferta laboral para mujeres en la industria. A lo que McDormand declaró «Todas tenemos historias que contar y proyectos que necesitan ser financiados. No hablen con nosotras esta noche en las fiestas. Hablen con nosotras en las oficinas, o pueden venir a la nuestra, lo que les quede mejor».
Esta entrega marcara un antes y después en el mundo del cine, a partir de ahora va a empezar a ser difícil tener excusas para no contratar o premiar a una persona, por su género, su color de piel o su orientación sexual.