Uno de los últimos estrenos de Netflix, es tal vez una de las mejores series de los últimos años. The Haunting of Hill House es un combo completo, una buena dosis de terror, un gran drama con una historia compleja, excelente desarrollo de personajes y un director del genero extraordinario.
La serie es una libre adaptación de la novela de Sheirly Jackson de 1959, que ya cuenta con dos adaptación, la cual una de ellas bastante reciente «La Maldición» de 1999 con Liam Neeson, Catherine Zeta- Jones y Owen Wilson, que deja mucho de desear. Afortunadamente esta adaptación cumple con todas las expectativas, aunque la historia no es totalmente fiel al libro, le agrega mucha carga emocional al relato.
En esta versión, conocemos a la familia Crain en dos periodos temporales diferentes, uno durante los ochentas en su estadía en Hill House, una mansión la cual iban a ocupar brevemente para refaccionar y vender, pero también una mansión repleta de animas en pena. La otra linea temporal de relato sucede en el presente.
La vida de los cinco hermanos y su padre cambia radicalmente luego de un suceso terrible en la mansión mas embrujada de Estados Unidos. Años mas tarde, Steve, Shirley, Theo, Luke y Nell, los hermanos Crain, vuelven a ser acosados por los fantasmas de la mansión.
Pero la serie que principalmente se centra en el miedo y el terror, esta acompañada por una excelente historia que nos atrapa focalizado en el drama familiar, la tragedia y los traumas de la infancia. La fotografía, paleta de colores, efectos, diseño de los monstruos y espectros, dirección y actuaciones son fundamentales para completar el combo fantástico, haciendo que The Haunting of Hill House sea una de las mejores series del 2018. Quiero resaltar un episodio que son varios planos secuencia, uno tras otro, para el cual se realizo un set especial para que no se detuviera la filmación en ningún momento y es una experiencia increíble para el espectador.
Mike Flanagan es el director y creador de la serie, conocido por sus anteriores películas dentro del genero como Oculus, Ouija y Gerald’s Game, la adaptación de la novela de Stephen King original de Netflix.
Algunos condimentos extra que tiene la serie son los fantasmas,que abundan por los pasillos y rincones oscuros de Hill House, tal vez no lo noten en un principio pero hay escondidos en varias escenas.
La participación de Henry Thomas/ Timothy Hutton como Hugh Crain el padre de la familia, apela a la nostalgia ochentosa que se viene explotando en los últimos años.
Pero finalmente creo que lo que hace especial esta serie es como los miedos de la niñez se arrastran y continúan atormentando en la adultez. Lo cual me llevo a pensar sobre como funciona el miedo, como es relativo a cada persona dependiendo de, supongo, vivencias asociadas a los que nos asusta. Algo muy similar a lo que sucede en IT y como Pennywise modifica su forma para asesinar a los niños de Derry sabiendo cuales son sus peores pesadillas.
Personalmente el capítulo que mas me asusto fue donde hay monstruo/espectro muy alto con un sombrero, como un slenderman. Este fantasma me recordó a una supuesta presencia que apareció en mi casa cuando era chica y que lo vio mi mamá. Mi miedo se asocio directamente con las vivencias en mi casa. Supongo que el terror funciona de esa manera. El miedo en The Haunting of Hill House busca empatizar con el espectador. Intentando representar terrores comunes de la niñez que luego nos marcan como adultos y continúan asustando.
Pero los fantasmas no son solamente espíritus en tormento, también pueden ser esas mochilas que arrastramos, secretos, prejuicios, temores cotidianos que nos paralizan para avanzar o desarrollarnos, que nos limitan y nos retienen.
Y eso es lo que hace a esta serie tan especial, nos invita a una exploración profunda del terror y de los miedos desde varios aspectos diferentes.