Por Bel Nardone
Una de las mejores películas del 2018, fue la gran ignorada en la temporada de premios. Protagonizada por Steve Carrell y Timothée Chalamet, Beautiful Boy narra la historia de real de Nic Sheff (Timothée Chalamet), un chico de 18 años adicto a las drogas duras y la lucha de su familia, focalizando en la relación de padre e hijo ayudándolo en el proceso de rehabilitación y recaídas.
Dirigida y escrita por el director belga Felix van Groeningen, un debutante en Hollywood y al idioma inglés, dado que sus films anteriores fueron todos en su idioma nativo. El guión está basado en una fusión entre el libro de ambos protagonistas reales de esta historia, David y Nic Sheff.
El film se enfoca en la visión David Sheff (Steve Carrell), un periodista del New York Times y el padre de Nic, atravesando el sufrimiento que implica ver el proceso de autodestrucción de su hijo, que abusaba de cualquier tipo de drogas, cocaína, heroína y hasta metanfetaminas. Como desconoce a esa persona que crio, intentando comprender el “porqué” del consumo de drogas y que efecto tienen desde un nivel psicotrópico hasta las consecuencias físicas, como la destrucción de neuronas, en su hijo. Y lo más doloroso, agotar cualquier recurso para ayudarlo y aun así no poder lograr que salga.
En paralelo para conocer a en profundidad la relación entre padre e hijo, tenemos flashbacks de cuando Nic era mas chico, como surfeaban juntos, la contención entre ambos, sus complicidades, sus momento felices antes de que Nic comenzara a consumir.
La peor etapa del film y en la que el espectador sufre, es ver el comportamiento de Nic intentando por cualquier medio volver a consumir, ignorando los esfuerzos económicos de su familia en internarlo en rehabilitación, para luego huir del internado, volver a consumir, aparecer atrás de un basurero destruido.
Teniendo periodo de gracia, donde durante más de un año esta libre de cualquier consumo, una recaída desmadra todo. El abuso se vuelve más intenso, la vida de Nic peligra, huye de su casa, desaparece del radar de sus padres, termina internado por una sobredosis. Cuando se queda sin dinero para continuar consumiendo se pone en contacto con sus padres solo por dinero, manipula a quienes lo rodean para conseguir lo que desea, roba a sus hermanos menores y a sus padres, engaña y maltrata a sus seres queridos que intentan ayudarlo.
Las increíbles actuaciones de Steve Carrell, en su nueva etapa dramática que viene siendo próspera y bien recibida tanto por el público como por la crítica. Y Timothée Chalamet, una de las promesas jóvenes de Hollywood, que fue ignorado como mejor actor de reparto para los Oscars, pero nominado en los BAFTA, Golden Globes y SAG.
Por último, lo más destacable es la musicalización del film que climatiza cada escena, desde Nirvana, Bowie, Jeff Buckley, Massive Attack y John Lennon que su canción “Beautiful Boy” le da nombre a este film.
Sin golpes bajos pero con mucho realismo y con la crudeza necesaria para este tipo de relatos sobre el abuso de drogas y el calvario de una familia que acompaña al adicto.